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LA PAGINA QUE DESATÓ LA IRA DE LOS HOMOFÓBICOS

Publicado: 2016-12-15

Hace un par de semanas, a pocos días de la interpelación del Ministro de Educación, comenzó a circular en las redes sociales y por boca de un grupo de parlamentarios, un rumor referido a que el Currículo Nacional de la Educación Básica (en adelante, Currículo) estaba promoviendo una educación “pro homosexual”.  

Según los parlamentarios la educación “pro homosexual” estaba consagrada en la página 30 del referido Currículo. Para ellos, el Gobierno de Ollanta Humala, con la publicación de la Resolución Ministerial 281-2016-MINEDU mediante la cual se aprobaba el Currículo, y luego, el Gobierno de PPK, al no haber dejado sin efecto la referida Resolución, serán los grandes responsables de la promoción del homosexualismo en las escuelas.

Como comprenderán, la referida página 30 llamó poderosamente mi atención, así que busqué el documento en la página web del MINEDU, y no sólo revisé la famosa “página rosa” sino todo el Currículo (116 páginas). Veamos qué cosas encontré.

En la página 30 se desarrolla la competencia 1 de la educación básica referida a la manera cómo el estudiante construye su identidad. En el Currículo se dice lo siguiente: “el estudiante conoce y valora su cuerpo, su forma de sentir, de pensar y de actuar desde el reconocimiento de las distintas identidades que lo definen (histórica, étnica, social, sexual, cultural, de género, ambiental, entre otras) como producto de las interacciones continuas entre los individuos y los diversos contextos en los que se desenvuelven (familia, escuela, comunidad)”.

Asimismo, se señala que “no se trata de que los estudiantes construyan una identidad “ideal”, sino que cada estudiante pueda –a su propio ritmo y criterio- ser consciente de las características que lo hacen único y de aquellas que los hacen semejante a otros”.

Al respecto, se refiere en el Currículo, que para desarrollar esta competencia se requiere de la combinación de cuatro capacidades. Así, el estudiante: 1) Se valora a sí mismo; 2) Autorregula sus emociones; 3) Reflexiona y argumenta éticamente; y 4) Vive su sexualidad de manera plena y responsable.

Sobre el primer punto se señala que el estudiante debe aprender a reconocer sus características, cualidades, limitaciones y potencialidades que lo hacen ser quien es, que le permiten aceptarse, sentirse bien consigo mismo y ser capaz de asumir retos y alcanzar sus metas.

Sobre el segundo punto, se dice en el Currículo que el estudiante debe reconocer y tomar conciencia de sus emociones, a fin de poder expresarlas de manera adecuada según el contexto, los patrones culturales diversos y las consecuencias que estas tienen para sí mismo y los demás.

Sobre el tercer punto, se señala en el Currículo que el estudiante debe aprender a analizar situaciones cotidianas para identificar los valores que están presentes en ellas y asumir una posición sustentada en argumentos razonados y en principios éticos.

Sobre el cuarto punto, que como comprenderán es el que ha generado mayor polémica, ya que ha servido para que algunos parlamentarios, de manera maliciosa e irresponsable, esparzan el rumor de estar frente a un Gobierno cuyo Ministro de Educación promueve el homosexualismo, el texto señala lo siguiente: “vivir la sexualidad de manera plena y responsable es tomar conciencia de sí mismo como hombre o mujer, a partir del desarrollo de su imagen corporal, de su identidad sexual y de género y mediante la exploración y valoración de su cuerpo. Supone establecer relaciones de igualdad entre mujeres y hombres, así como relaciones afectivas armoniosas y libres de violencia. También implica identificar y poner en práctica conductas de autocuidado frente a situaciones que ponen en riesgo su bienestar o que vulneran sus derechos sexuales y reproductivos”.

Como podrán darse cuenta, luego de leer estas líneas, o si lo desean pueden verificar el contenido de la página 30, ninguna persona con dos dedos de frente podría sostener válidamente la tesis por la cual el Currículo busca promover el homosexualismo en las escuelas. Afirmar ello, a pesar de que en el documento, ni siquiera se mencionan palabras como homosexualidad, homosexual, lesbiana, travesti, masturbación o aborto (ni siquiera una vez), es una verdadera y absoluta estupidez.

Finalmente, más allá de lo que los parlamentarios puedan decir (mentir) acerca de la educación “pro homosexual” contenida en la página 30, me parece necesario, tomando como referencia lo señalado por un grupo de psicólogos y psicólogas (ver su pronunciamiento hecho público en las redes sociales), señalar algunas ideas generales en torno a la inclusión del enfoque de género en el Currículo.

Primero, felicitar el Ministerio de Educación por la inclusión del enfoque de género en el Currículo pues constituye una excelente herramienta para educar a los estudiantes en el desarrollo de una identidad saludable, en el correcto ejercicio de su sexualidad, así como en la aceptación, valoración y respeto por uno mismo y por los demás.

Segundo, explicar que el enfoque de género se alimenta de diversas disciplinas académicas, que a través de sus hallazgos científicos y evidencias, explican el rol de la sociedad y la cultura en la configuración y el mantenimiento de estas inequidades justificadas y atribuidas a los sexos.

Tercero, recordar que en un país como el nuestro que presenta tasas alarmantes de violencia y acoso sexual, agresión, desvalorización y exclusión de la mujer en todas sus formas, educar a los estudiantes en el respeto y la promoción de la equidad de género es fundamental.

Cuarto, subrayar que la inclusión del enfoque de género es un deber del Estado que fue incumplido durante años. Por tanto, quienes se oponen a este esfuerzo terminan legitimando situaciones de violencia y exclusión contra las mujeres.

Quinto, promover que en un Estado laico como el peruano, las políticas educativas tengan como fundamento la evidencia científica existente y no las creencias religiosas de un grupo en particular. Más cuando esas creencias sostienen una agenda (esta sí nutrida de una ideología de género) que pretende naturalizar la desigualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, o negar la existencia de la diversidad sexual y de las identidades LGTBI.

• Abogado Pucp. Post Grado y estudios de Maestría en Ciencia Política y Gobierno (Pucp). Profesor de Derecho Electoral, Ciencia Política e Historia de las Ideas Políticas en la Facultad de Derecho de la Universidad San Martín de Porres.


Escrito por

Rafael Rodríguez Campos

Abogado por la PUCP (Lima/Perú) Maestro en Derecho Constitucional por la UCLM (Toledo/España) Especializaciones en la UCLM y UNAM (México)


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